Cuando guardamos en
nuestro ser, emociones negativas que se representan con pensamientos recurrentes
negativos es bueno que los anotemos en un listado para darle claridad al
pensamiento y saber que esto tan molesto genera emociones toxicas.
A estos
desequilibrios emocionales que suelen angustiarnos y que a veces nos llevan a
aferrarnos a personas o cosas sin poder ver el punto de vista del otro, sino
que solo nos centramos en un estado del que no podemos salir. Muchas veces
agudizamos la mente racional para demostrarnos que somos capaces de salir
adelante solos, pero lo cierto que permanecemos en el mismo cuadro en el
tiempo.
Es este el momento de
tomar la decisión de pedir ayuda
comprometiéndonos a ser perseverantes en la meta fijada. Lo que ocurre
que en esta aparente coherencia mental es que buscamos un camino, encontramos
muchos pero no somos perseverantes en ninguno.
Por eso es necesario que nos hagamos conscientes
de nosotros mismos reconociendo lo que hace mucho nos molesta, como primer paso.
El segundo paso es
reconocer las resistencias que nos
genera tener Soportes afectivos
externos, alguien que nos ayude a perseverar en la decisión.
Los Soportes Afectivos externos son
personas en las que me puedo apoyar, incondicionales que sean capaces de
acompañarme en este proceso con mis debilidades y desaciertos y no hagan un
juicio de valor. Que me apuntales afectivamente en los momentos de abandono o desorientación.
Personas cálidas
afectivas que me contengan y que también tengan una cierta autoridad para
hacerme ver las cosas. No son todas las personas son una o dos que solo con
ellas me voy a guiar.
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